RECETAS
Huevos benedict o benedictinos
Hay varias teorías sobre el origen de los huevos benedict clásicos, también conocidos como huevos benedictinos. Una de ellas se remonta al año 1893, cuando el chef Lemuel Benedict elaboró esta receta. También existe la creencia de que el inventor de este plato fue el chef Charles Ranhofer, quien en 1894 publicó los ‘Eggs à la Benedict’ en su libro de cocina.
En cualquier caso, la receta original consiste en un muffin inglés sobre el que se sirve un huevo pochado o poché, bacon crujiente y salsa holandesa. Con el transcurso de los años han surgido nuevas versiones, como los huevos benedictinos con salmón ahumado, aguacate, jamón york o pastrami, entre otras adaptaciones.
El éxito de este plato es indudable y, de hecho, los preparan en multitud de restaurantes y cafeterías de especialidad. Sin embargo, muchas personas prefieren cocinarlos en casa. Por eso, desde Ahumados Domínguez vamos a explicarte el paso a paso de esta receta tan fácil para que puedas sorprender con unos huevos benedict perfectos. A continuación, te especificamos algunos detalles importantes sobre:
- La cocción de los huevos: hay que hervirlos a baja temperatura, lo que popularmente conocemos como huevos escalfados o pochados. También podemos encontrarlos bajo el nombre de huevos a la Florentine o huevos Royale.
- La elaboración de la salsa: la receta original se caracteriza por la salsa holandesa de mantequilla clarificada, yemas de huevo y zumo de limón. Sin embargo, desde Ahumados Domínguez te proponemos sustituirla por una de nuestras salsas frescas, todas ellas pensadas especialmente para acompañar salmón ahumado. Con ellas, ahorramos tiempo de preparación e incorporamos un toque extra de sabor.
- La elección del pan: estos huevos se sirven sobre un muffin inglés cortado por la mitad. Sin embargo, en este caso, vamos a elegir unos blinis esponjosos para la base.
Si buscas más ideas para brunchear y disfrutar de un desayuno tardío en casa, te recomendamos este croissant con salmón ahumado o nuestro mítico bagel neoyorquino.
- 60 g de salmón ahumado en lonchas
- 1 blini
- 1 huevo
- Salsa Fresca de Eneldo Domínguez
- Eneldo fresco
- Sal
Comenzamos pochando el huevo. Existen diferentes técnicas para prepararlo, una de las más sencillas y efectivas consiste en envolverlo en papel transparente. Primero engrasamos el film con unas gotas de AOVE, incorporamos el huevo sin la cáscara y añadimos una pizca de sal. Simulamos un saco y nos aseguramos de que está completamente cerrado para evitar filtraciones de agua durante la cocción.
Mientras tanto, calentamos agua en una olla a máxima temperatura. Cuando comience a hervir, bajamos la intensidad del fuego e introducimos en el agua el saco de papel film con el huevo. Cocinamos durante 4-6 minutos aproximadamente. Revisamos la cocción asegurándonos de que la yema quede líquida.
Transcurrido el tiempo, retiramos el huevo poché de la olla y pasamos rápidamente a un bol con agua fría para cortar la cocción y evitar que siga cocinándose. A continuación, retiramos el film con mucho cuidado y dejamos atemperar.
Calentamos una sartén a fuego medio y cocinamos el blini vuelta y vuelta durante 30 segundos, así conseguimos que sea totalmente esponjoso. Dejamos atemperar. Si lo preferimos, también conseguimos el efecto recién hecho si lo calentamos en el microondas durante medio minuto.
Colocamos las lonchas de salmón ahumado Domínguez sobre el blini ya atemperado. Te recomendamos sacar el sobre de salmón ahumado de la nevera justo en el momento de montar el blini.
Con delicadeza, posamos el huevo escalfado ya frío. Es muy importante hacerlo con cuidado para que la yema del huevo se mantenga totalmente intacta.
Para finalizar nuestra versión de los huevos benedict con salmón ahumado, incorporamos nuestra Salsa Fresca de Eneldo al gusto y eneldo fresco picado. ¡Rompe la yema y disfruta de la mezcla de sabores!
Podemos acompañar con unas patatas paja o una patata cocida. Dos combinaciones muy Domínguez que te sorprenderán.
- Pescado
- Gluten
- Huevos
- Lácteos